jueves, 3 de septiembre de 2009

VAMPIROS Y MONSTRUOS: LAS PELÍCULAS MEXICANAS DE TERROR DEL SIGLO XX


A finales de año tiene prevista la aparición del primer libro de nuestro amigo Mirek Lipinski, VAMPIROS AND MONSTRUOS: THE MEXICAN HORROR FILM OF THE 20th CENTURY. Con textos de críticos y escritores como Mark Barnard, Stephen Gladwin, el propio Mirek Lipinski, Robert Monell, Gary L. Prange, David H. Smith ó Richard Harland Smith. La edición es bilingue en español/inglés.

El Cine de Terror ha sido parte fundamental del Cine Mexicano. "Don Juan Tenorio" (1898), del ingeniero Salvador Toscano es de hecho la primero cinta de ficción mexicana y su trama, de sobra conocida, maneja elementos fantásticos; pero es en 1931 que con "La Llorona" del cubano Ramón Peón que el género se inicia de alguna manera oficialmente en México.






Juan Bustillo Oro merece una mención aparte a pesar de ser un cineasta conocido por su cine porfirista y revolucionario, ya que al inicio de su carrera impulsa el género de terror a través de guiones y dirección de obras importantísimas como lo son "Dos Monjes" (1934), obra maestra del género e interesante muestra de cine expresionista, "El Fantasma del Convento" (1934), "El Misterio del Rostro Pálido" (1935) y "Nostradamus" (1937). El género casi desaparece en la década de 1940 pero reaparece en los 50 con películas de cómicos que emulaban los éxitos de la pareja cómica estadunidense "Abott y Costello" ("Dos Fantasmas y Una Muchacha" con Germán Valdés Tin-Tán y Manuel "Loco" Valdés o "La Nave de los Monstruos" con Eulalio González "Piporro" como ejemplo); sin embargo, el género toma seriedad de la mano de Fernando Méndez con "El Vampiro", siguendo en la década de los 60 con Carlos Enrique Taboada ("Hasta el Viento Tiene Miedo", El libro de piedra", "Veneno para las hadas"), los 70 con Carlos López Moctezuma ("Alucarda") y las inefables películas de "Santo, el Enmascarado de Plata" (popular luchador mexicano), pero ya en los 80 la producción del género y la calidad decrece con títulos como "Vacaciones de Terror", "Cementerio del Terror" y "Pánico en la Montaña".







La década de 1990 atestigua dos factores que marcaron al Cine Mexicano: la desaparición la Compañía Operadora de Teatros (COTSA) y Películas Nacionales, ambas organismos gubernamentales que subsidiaban la exhibición y distribución de Cine Mexicano en el país, y el llamado "Nuevo Cine Mexicano", que apuntó al "cine de calidad". Es así que sólo se filman tres títulos del género en los 90: "Cronos" (1992) del genial Guillermo del Toro, obra que deja muy en alto el género en México, "Sobrenatural" (1996) de Daniel Gruener, interesante logro visual con Susana Zabaleta y Alejandro Tommasi y "Angeluz" (1997) de Leopoldo Laborde.


La primera década del nuevo siglo ha visto películas del género Fantástico hechas en México con una muy marcada tendencia a nutrirse en la cultura propia del pueblo valiéndose de los cuentos, leyendas y mitos transmitidos por la tradición oral pero trasladadas al México actual; es así como llega en el 2004 "Las Lloronas", filme de suspenso basado en el mito popular de La Llorona y el año 2007 verá el inusitado estreno simultáneo de varias cintas mexicanas del género: "Kilómetro 31", de Rigoberto Castañeda, una de las películas más taquilleras en la historia del Cine Mexicano, "Cañitas", basada en un popular libro de Carlos Trejo; "Jokiel", con elenco mexicano y estadunidense y finalmente "Hasta el Viento Tiene Miedo", un "remake" del clásico original de Carlos Enrique Taboada. En 2008 se presenta "Spam" protagonizada por Verónica Merchant, Luis Gatica y Sebastian Sariñana y en 2009 "El Libro de Piedra", otro "remake" del clásico de Carlos Enrique Taboada interpretado por Plutarco Haza y Evangelina Sosa.


El "Nuevo Cine Mexicano" de los 90 se había convertido en un género propio que se dedicó exclusivamente a retratar muy cuestionablemente la realidad social de México pero siempre con miras a festivales de cine y a través de propuestas a veces muy discutibles de sus cineastas, haciendo así a un lado cualquier cine de género y por ende, el género del terror. La insistencia de los cineastas mexicanos muestran que el género no ha muerto por razones que tal vez apuntan a lo social y por qué no, a una bien ganada tradición de Cine Mexicano de Terror labrada por el Cine Mexicano a través de más de 70 años.

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