sábado, 23 de enero de 2010

PROYECCIÓN DE "DENTRO DEL LABERINTO" EN FOUR SEASONS

El martes 2 de febrero, a las 20.30 horas, el Four Seasons Sixties Club de la ciudad de Castellón proyectará el filme de Jim Henson "Dentro del laberinto", película con Jennifer Connelly y David Bowie.

La película nos cuenta la historia de Sarah (Jennifer Connelly), una adolescente que disfruta leyendo sobre mundos de fantasía y jugando a que son realidad. Una tarde, Sarah está en el parque jugando a que está en su mundo de fantasía cuando se da cuenta de que llega con mucho retraso a casa para cuidar a su hermano pequeño, ya que sus padres se marchan. Sarah llega bastante tarde a casa y se lleva la típica bronca de sus padres y se queda sola con su hermano pequeño, al que tiene cuidar y al que culpa de todos sus males. Encima, su hermano no para de llorar, y ella, harta de él, empieza a pedir a los goblins de su mundo de fantasía que se lo lleven y que no vuelva nunca. Para su sorpresa y espanto, sus deseos se hacen realidad, y los goblins se llevan a su hermano pequeño al laberinto, hogar del rey de los goblins, Jareth (David Bowie). El mismísimo Jareth se presenta ante Sarah y le da una posibilidad de recuperar su hermano: tiene 13 horas para intentar llegar a su castillo, atravesando el laberinto, y así impedir que su hermano se convierta en un goblin. Con este argumento de base, en “Dentro del laberinto” se nos van presentando unas cuantas criaturas y personajes que acompañarán a sarah en la búsqueda de su hermano y en su intento por cruzar el laberinto. En su aventura, Sarah conocerá a Hoggle, un enano gruñón; a Ludo, una bestia enorme pero muy tierna; y mi favorito, Sir Dydimus, un zorro que se cree un caballero medieval y va a lomos de su corcel: un perro. Todos estos personajes y alguno más acompañarán a Sarah en su aventura de cruzar el laberinto y salvar a su hermano de ser convertido en un goblin por el rey Jareth.


Junto a "Cristal oscuro" y "La historia interminable", esta película forma parte de una bella trilogía de nuestra infancia porque, además de quedar grabadas a fuego, nos recuerdan aquella forma artesanal de hacer cine, donde el intenso trabajo artístico, los muñecos y el cartón piedra dotaban de una solidez y verosimilitud a aquellos mundos que, hoy, nuestros ultrapoderosos ordenadores no hacen sino potenciar...la nostalgia.