Con más de una treintena de largometrajes, Miguel Iglesias (Barcelona, 1915-2012) ha sido considerado un director de culto por films como La maldición de la bestia, Presagio, Desnuda inquietud, La diosa salvaje, Tarzán y el misterio de la jungla o Kilma, reina de las amazonas, realizando asimismo importantes films del género criminal barcelonés entre los que destacan El fugitivo de Amberes y El cerco.
La última vez que se colocó detrás de la cámara fue en 1988 con Barcelona Connection, un guion de José Luis Garci interpretado por Fernando Guillén, Claudia Gravy, Fernando Guillén y Maribel Verdú, entre otros. Pero su última intervención en la gran pantalla fue en 2010 con 'El hombre que vio llorar a Frankenstein', documental dirigido por Ángel Agudo en el que recordaba su trabajo al lado de Paul Naschy, al que dio órdenes en uno de sus filmes más destacados, La maldición de la bestia, y en La diosa salvaje.
Deseo carnal, La isla de las vírgenes ardientes, Violación inconfesable, El fugitivo de Amberes y Una rosa al viento, son también títulos de este director y guionista inscrito en un contexto de un cine popular y de género.
En 2007 apareció un libro escrito por Ángel Comas que contiene: su biografía personal y profesional; obra completa en detalle, fichas de toda su obra (films, teatro, proyectos no realizados) y sitúa a Iglesias en el entorno en que ha hecho su cine (desde 1940 a 1987), con el testimonio, además, de profesionales que colaboraron en sus películas.
Situándole en el contexto de un cine eminentemente popular y de género, el autor analiza su trayectoria a partir de sus conversaciones con el director quien, a diferencia de la mayoría de profesionales, posee un exhaustivo archivo de sus trabajos profesionales, lo cual le confiere una insólita veracidad.
Descanse en paz.
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