Christopher Lee ya ha sido nombrado Sir por la reina Isabel II. No es para menos, es tal vez el único actor de su generación que ha protagonizado tantas películas. Aunque la mayoría lo recuerda como Drácula, en la pantalla ha retratado otros variados personajes. La mayoría de los cuales fueron villanos, ya sea Francisco Scaramanga en la película de James Bond, El Hombre con la Pistola de Oro (1974), o el Conde Dooku en Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones (2002).
Nacido en Inglaterra el 27 de mayo de 1922, Lee asistió a la Wellington College durante tres años y, a continuación, trabajó como empleado de una oficina en Londres para una compañía de transporte marítimo. Posteriormente, se enroló en la RAF durante la Segunda Guerra Mundial y al terminar la misma, trata de convertirse en un actor.
Luchó inicialmente en su nueva carrera porque fue discriminado por ser más alto que los principales actores masculinos de su tiempo y tener un aspecto extranjero. Sin embargo, cuando interpreta al monstruo de la película Hammer, La maldición de Frankenstein (1957), resultó ser una bendición para su carrera, ya que la película logró mucho éxito. Además, trabajó junto a Peter Cushing y se convirtieron en buenos amigos. Lee y Cushing trabajaron juntos muchas veces desempeñado papeles en las películas Hammer.
Más tarde actuó en el hombre con la pistola de oro (1974), frente a Roger Moore, Los tres mosqueteros (1973) y Los cuatro mosqueteros (1974). El triunfo de estas películas lo llevó a Hollywood, aunque no tuvo entonces una buena carrera en la industria cinematográfica, por ello regresó de nuevo a Inglaterra. Sin embargo, el comienzo del nuevo milenio ha relanzado su carrera hasta cierto punto, durante los cuales ha desempeñado Conde Dooku en Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones (2002) y Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith (2005) como Saruman el Blanco en la trilogía de El Señor de los Anillos y junto a Johnny Depp en la película de Tim Burton, Charlie y la fábrica de chocolate (2005).