Bajo la coordinación de Ángel Gómez Rivero, surge el nacimiento de un nuevo hijo literario: "La huella del zombi", antología hermana de las anteriores dedicadas a Drácula, el hombre lobo, Frankenstein y la momia (todas editadas por Calamar Ediciones).
A pesar de que el conde Drácula, el monstruo de Frankenstein, la momia y otros más no dejan de ser resucitados, el personaje del muerto viviente es más anónimo y genérico, así como más complejo de lo que pueda parecer, por lo que merece ser tratado aparte.
De entrada, habría que aclarar que el zombi es una particularidad del muerto viviente en general, ya que se trata de revividos por la magia del vudú, dentro de las muchas razones para justificar dichas resurrecciones. La razón de incluir el término zombi en el título obedece a motivos puramente estéticos.
"La huella del zombi" es un compendio de relatos variados, en los que se dan cita la intriga, el misterio, el terror, la poesía, el gore... incluso el humor negro y la crítica social.
Calamar Ediciones
304 páginas
