Este mes de diciembre ha nacido Clandestino Cinema, el proyecto de un grupo variopinto de profesionales ligados de distinta forma al arte cinematográfico (desde la docencia en Historia del Cine hasta la misma proyección). La propuesta: una sala, 18 butacas y todas las palomitas y refrescos que el espectador quiera consumir. El cartel: cada viernes, a las 22:30 horas y en un enclave solo conocido por quienes compra la entrada (12 euros), un clásico del cine o "un film que difícilmente se exhibiría en España".
Este grupo, que mantiene su anonimato en declaraciones a este diario, pone en valor haber "creado un espacio para el disfrute del cine como se ha de hacer: pantalla grande, proyección de películas de 35mm y el mejor sonido del mercado". De hecho, puntualizan: "que nadie espere sentarse en una silla de terraza o pasar frío; es una sala con todas las condiciones". Un portavoz detalla que se han invertido "muchos recursos para crear una experiencia cinematográfica única". Tal y como se ha concebido el lugar ("a 20 minutos al sur de Valencia por la A7"), buscan promocionar "una experiencia cinematográfica reservada para los que valoran lo singular, lo exclusivo…lo prohibido", añaden en su web http://clandestinocinema.com/
La película es desconocida, aunque con la compra de la entrada dan "una pista" sobre la que será la proyección de la semana (siempre viernes y siempre a las 22:30h). "El éxito de la propuesta vendrá del boca a boca, aunque nuestra intención es la de pulsar si existe ese público con una propuesta única en Valencia". En cualquier caso, aseguran a este diario que cumplen "con toda la legalidad para las proyecciones" y para las que se anuncian a través de los siete pasos que cabe conocer para acudir a las proyecciones.
Entre ellos, quizá, destaca la apuesta por las palomitas: "tenemos una palomitera y puedes comerte cuantas palomitas quieras durante la película". El portavoz de este grupo recuerda la relación del cine de pantalla grande con las palomitas, "desde los años 30. Con la Gran Depresión en Estados Unidos había escasez de casi todo, pero no de maíz. Era habitual comer chocolatinas, por ejemplo, pero lo único que podía acompañar a los pases en cierto momento era el maíz, porque no había nada más barato".
Pulsar el mercado para generar una propuesta más grande en la ciudad
Otro aliciente -más relevante en la experiencia, a buen seguro- es la apuesta por las películas en formato de 35mm y con sonido de sala comercial: "en la actualidad, muchas de esas máquinas y equipos son accesibles económicamente. Cuestan 20 veces lo que costaban hace unos años, sobre todo porque los multicines casi los han tirado a la basura. Hay un mercado de segunda mano, con máquinas en perfecto estado, como la que nosotros tenemos". Por el momento llevan dos películas, la del pasado viernes un musical y la próxima "en torno al mundo de los espías".
El actual emplazamiento permitiría que las actuales 18 butacas llegaran hasta las 40, "una cifra similar a la de algunas de las salas más pequeñas de la ciudad de Valencia". No obstante, el plan de este grupo es plantearse una inflexión sobre la proyección de cine en la ciudad de Valencia: "la idea sería abrir en Valencia una sala de 400 personas, pero para revisar la experiencia cinematográfica por completo. Con proyecciones de 35 y de 70 milímetros, el mejor sonido y el cine como espectáculo y disfrute enfocado y propuesto de otra manera". Para el portavoz de esta sala clandestina, "en cualquier caso, nada que ver con la sensación fría de cualquier multicine y conociendo al espectador; comodidad, proximidad y el máximo interés por lo que se proyecta".
El 23 de diciembre la pista asegura que la película hablará de la "Navidad", el 30 de "submarinos" y el 13 de enero de "zombis". Sus entradas ya están a la venta y la sala abierta al público dispuesto a tener una sesión de cine clandestino.
entradas@clandestinocinema.com
660 158 108
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