Stuart Freeborn, el artista que convirtió en realidad cinematográfica personajes tan míticos como Yoda o Chewbacca, ha fallecido a los 98 años de edad.
El experto maquillador deja como legado una carrera ejemplar en la que atesora geniales trabajos en títulos como Star Wars, 2001: Una odisea del espacio, Superman, Oliver Twist, El puente sobre el río Kwai o La Profecía.
"Stuart ya era una leyenda del maquillaje cuando empezó a trabajar en La Guerra de las Galaxias. Él trajo no sólo décadas de experiencia, sino también una energía creativa ilimitada", afirma George Lucas en un comunicado en que asegura que el arte de Stuart Freeborn "vivirá por siempre en los personajes que creó".
"Sus criaturas de Star Wars pueden ser reinterpretados en otras formas por las nuevas generaciones, pero en su esencia, siguen siendo lo que Stuart creó para las películas originales", sentencia Lucas.
Al frente del departamento de maquillaje de Star Wars, Freeborn fue responsable de la creación de Chewbacca. Él y su equipo diseñaron y construyeron muchas de las criaturas de una de las secuencias favoritas de los fans de la saga, la de la cantina de Mos Eisley, una ciudad del planeta Tatooine. Allí estaban personajes como Greedo, el hombre morsa, o Snaggletooth.
Para El Imperio Contraataca su contribución fundamental fue el desarrollo de Yoda. El director de la película, Irvin Kershner, llegó a señalar que Freeborn, literalmente, se plasmó a sí mismo a Yoda, introduciendo en el anciano maestro jedi rasgos élficos curiosos y traviesos que tenían más de un parecido con el mismo Freeborn.
Para El retorno del jedi, calificada como la "película de monstruos" de la trilogía original de Star Wars, el equipo dirigido por Freeborn supervisó el desarrollo y la fabricación del enorme títere que fue Jabba el Hutt. También está en su haber la creación de los entrañables Ewoks.
A lo largo de su carrera, Freeborn estuvo acompañado por su esposa, Kay (fallecido en 2012), y su hijo, Graham (fallecido en 1986).
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